LOMA VERDE.

Las ciudades de hoy no pueden concebirse de modo estático. El planeamiento urbano no puede apuntar solamente a la regulación del territorio . El transporte , la producción, el cuidado del medio ambiente, los residuos, la seguridad,la salud y la educación no pueden estar ajenos en esta planificación. Además debe existir una fuerte cooperación de los sectores público y privado. www.escobarquequeremos.blogspot.com

jueves, diciembre 31, 2015

LOMA VERDE DECADA DEL 60

Durante muchas décadas, aquella construcción abandonada se convirtió en un peligroso salón de juegos para los chicos de Loma Verde, quienes pasaban horas en el predio escondiéndose detrás de sus paredes grises.
Al llegar a Loma Verde, una de las primeras figuras que se distinguen en el horizonte son aquellas torres, que aún después de cuatro décadas siguen llamando la atención y ya conforman el paisaje cotidiano del barrio. En la década del ‘60 el país se encontraba bajo la dictadura militar del general Juan Carlos Onganía. Por esos años se comenzó construir una “ciudad satélite” que superara los límites hasta ese entonces conocidos; que contara con todos los lujos y a la cual solo los personajes más selectos del país podrían acceder. Hasta principios de la década de 1970 funcionó el Motel Los Techos Negros.El motel contaba con dos pabellones de diez habitaciones a cada lado,con baño privado. En el mismo predio estaba un enorme salón para uso de los ocasionales residentes y una enorme cocina equipada para preparar todo lo necesario, no solo como restaurante sino para las elegantes fiestas que allí transcurrieron. En 1973 el predio fue adquirido por el Instituto de Servicios Sociales para el Personal Ferroviario. Se construyó otro pabellón y comenzó a funcionar el Asilo para jubilados y pensionados ferroviarios,que contaba con médico y enfermeras las 24 h. Hubo un tiempo de bonanza en el cual el Asilo se sustentaba a sí mismo:en el tambo se producía la leche y quesos; la huerta proveía de verduras y los frutales de fruta que, además, se hacían en dulces. Se construyó hasta una capillita, Nuestra Señora de las Nieves. A finales de los noventa el Instituto vendió el predio a la Fundación Evergreen (colectividad taiwanesa), que construyó un muro alrededor